15 de abril de 2007

Moscow Zero / Aullidos

Horrorizada -nunca mejor dicho- me he quedado al ver Moscow Zero (¿cómo alguien puede prestar parné para un proyecto tan malo?). Mi querido Vinny Gallo en el papel principal y encima de cura, como se notan los números rojos, querido. Nota mental: Con lo gracioso que estabas en Freeway 2 , interpretando a una monja transexual...benditos 90. Consejo para ser un director aceptable : No intentes juntar en la misma sala a gafapastas, indiefans y horrorfans. El refrito que harás para gustarles a todos les dará asco por igual. Por cierto, que ya es muy cansino aquello de Basado en hechos reales, sed sensatos y que por vuestras malditas especulaciones de lo que pueda pasar en el subsuelo de Rusia (un país muy bonito, muy frío y con muchos rusos) no nos coléis memeces de estas dimensiones. Me ha gustado leer en una crítica, a modo de consuelo, lo siguiente: Esta directora (la tal Luna) es la Uwe Boll española (con la diferencia de que con Uwe Boll al menos no te duermes). Amén.

Siguiendo mi peregrinaje de estos días por el género del terror he tenido la desgracia de ver Aullidos. Sólo decir que aquellos que tuvieron la "brillante" idea de escoger como animal terrorífico a los pastores alemanes deberían exiliarse al Vaticano hasta los 75. Y mejor no hablemos del argumento porqué los dos fantoches guionistas se dedican al famoso corto pega de Cujo y Viernes 13. Lo que no me cabe en la cabeza es que este dream-team cuyo nombre no quiero recordar, aparte de guionizar (si por eso entendemos poner a cuatro frikis en una casa al lado de un lago evitando ser zampados por unos perricos) han sido capaces de producirse ellos solitos esta película.






Y como no hay dos sin tres, mis retinas han sido capaces de soportar Pulse. Doy gracias que al menos me he podido entretener viendo a Boone -digo a Ian Somerhalder- que ha sido el único motivo distracción de toda la película (aunque eso de experto informático... mira que hay intrusismo en esa noble profesión, oiga). En fin, pinicula friki imbécil, rubia tonta...y virus fantasmagóricos, guau, qué gran historia.
Espero que se acabe de una vez esa dichosa manía de hacer refritos de películas orientales, grrr...¿Era necesario? ¿Por qué no se quedó Wes Craven en su casa aprendiendo calceta?...

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