30 de mayo de 2011

Rubber

Como no podía ser de otra manera, la vi el año pasado en Sitges, en uno de aquellos maratones de medianoche, no recuerdo si antes o después de ver Norwegian Ninja (próxima reseña aqui), y viéndola hace unos días con un gran recomendador, y tras las risas y el buen rato que nos ha hecho pasar, os dejo cuatro pinceladas de esta película:


Imaginad que en su momento Christine (aquel vehículo tan agradable que no daba tregua a nadie que se cruzara por delante de su parachoques) hubiera tenido un idilio con... no sé, el coche endemoniado de The Car, y que de ese metálico y neumático rollo una tierna ruedecita fuese el regalito de nueve meses después...
Ya sé, lo que planteo no tiene sentido, como tampoco lo tendrá ver que un policía mirando a cámara tras exponer una serie de cuestiones sobre los sinsentidos del cine, se meta en el maletero de su coche (y que este destroce unas sillas en su partida).

Estamos ante una película (que coquetea con los códigos cinematográficos sin pudor alguno) de supuesto terror, que se ríe de lo absurdo y que homenajea escenas, personajes y directores del género, todo de la mano del carismático (y, sí, expresivo) Robert, UNA RUEDA ASESINA que sembrará el terror por allá por donde...ruede.

29 de mayo de 2011

JVCD

Érase una vez un musculator belga que cruzó el charco en busca de una oportunidad y con un fondo de armario similar al de Don Johnson empezó a dejarse ver en fiestecillas de tres al cuarto con la esperanza de encontrar a algún cazatalentos para suplicarle una oportunidad. Reconozcamos que el chaval (en esa época) tenía un buen físico, una sonrisa profident y cierta habilidad para venderse. Así que al cabo de un tiempo (y de bastante insistencia) consiguió la oportunidad, incluso cosechó éxito (y cierto nombre) en el género de la hostiaza y la torta limpia. ¿Con ello que llegó? Pues los 30 y largos, las drogas y su ocaso.

Algunos se retiran, otros estiran la carrera como si fuera una chicle y él (que para eso tiene el honor de ser uno de los actores que tiene menos diálogos de la historia) se calza un falso documental sobre su decadencia, su carrera (haciendo a estas alturas auténticos bodrios de mierda) y como hasta su propia hija siente vergüenza de él  (nota mental: si realmente fuera su hija, habría que hostiarla, tener a Jean Claude de padre ha sido el sueño de una generación....)

26 de mayo de 2011

El Hombre Perseguido por un O.V.N.I.

Mediados de los años setenta, un objeto volante no identificado se pasea por una sierra y divisa un Simca (por cierto, ese vehículo igual es lanzado por un precipio que flota por el espacio exterior... Eso sí era un coche de los buenos y nos las mierdas de ahora...).
Antes de todo esto, unos títulos de crédito con fotografías y hechos contrastados sobre la existencia de los extraterrestres que, vestidos con trajes que recuerdan a bolsas de basura y unas gafas de lo más kitch no darán tregua al protagonista, un provinciano que se pasará todo el metraje correteando espantado esquivando a un platillo volante hecho con un par de platos de metal.

Amantes del theremin y de los sonidos raros, con esta película os sentiréis como en casa (o suplicaréis ibuprofeno por doquier) ya que si algo es constante durante todo el metraje es un abanico de zumbidos, ruidos y musiquitas que ríete tú de Rick Wakeman y de la madre que lo parió.


23 de mayo de 2011

Gritos en el Pasillo


Un ilustrador es requerido para decorar las paredes de un hospital psiquiátrico, así y darle un poco de alegría. El inconveniente de su trabajo es que en este manicomio se oyen unos estremecedores gritos que provienen de estancias en las cuales no debe entrar…

...Y hasta aquí puedo leer, pues el punto fuerte de la película son sus actores, ni más ni menos que cacahuetes, convenientemente pintados y atrezzados.
Estamos hablando de unos personajes que  resultan mucho más expresivos que muchos actores de fama mundial.







16 de mayo de 2011

Zebraman / Zebraman II

Como lo prometido es deuda, os haré una pequeña reseña de un clásico contemporáneo del cine… ¿Japonés? ¿De héroes? ¿Antihéroes? ¿De fracasados? ¿Del género de Serie B?
¿Pero realmente es necesario clasificar una película en la que un profesor de primaria al que nadie tiene en cuenta y que dedica todo su tiempo libre a ver una serie ochentona de un superhéroe (con atuendo zebril y casposo) tendrá la misión de salvar al mundo de una invasión alienígena?


Show Akiyama, ese humano con capacidad de hacer de despiadado yakuza o de tonto del pueblo con gran acierto, es, junto con el desfile de malvados, lo mejor de las dos partes (mi favorita... Zebra Queen, envidia de más de una popstar actual, aunque el Hombre Cangrejo de la primera no le tiene nada que envidiar).

Si bien la primera parte es más una parodia al género sentai, la segunda es un espectáculo visual con una sobredosis de efectos de estilo videoclipero mucho más divertida y desenfadada que la primera.
No esperéis dos obras maestras, pero sí dos entregas sobre un personaje la mar de cachondo.

En tintero tengo JVCD (o como Van Damme se lanza al drama en forma de autopena...) Holocausto Zombie y Gritos en el Pasillo.

Hasta el próximo post, stimados voyeurs.


14 de mayo de 2011

La Leyenda del Pianista en el Océano


Durante los días posteriores a mi primera (y de momento única) visita a esta película he ido esquivando el escribir mi opinión de esta maravillosa obra de Giuseppe Tornatore.

La razón es muy sencilla: Cualquier cosa que diga de ella no hará en absoluto justicia al perfecto ejercicio de arte y belleza que nos muestra una historia preciosa y tan agridulce como la del carismático Novecento (huérfano y virtuoso pianista nacido a bordo de un barco que se niega a abandonar), que nos hará partícipe de su particular percepción de la Vida y del Arte teniendo como principal lenguaje las notas que brotan de su piano.







10 de mayo de 2011

Santo y Blue Demon contra los Monstruos

Gracias al más que necesario Brigadoon (ya sabéis, la sección de pelis gratis del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya), descubrí hace unos años esta gran joya que es Santo y Blue Demon Contra los Monstruos.

El Santo (celebridad mexicana de lucha libre que hizo tantas películas de serie b que acabo siendo su propia caricatura) en esta pequeña gran obra, luchará con una serie de archiconocidos enemigos (un hombre lobo, un vampiro, un cíclope, una momia y un tal Franquestain).

La estética setentera, el maquillaje, los rudimentarios efectos especiales, el argumento, los fallos de raccord , las luchas a cámara rápida (que no dan sensación de brutalidad, sino más bien de cutrez) y esa falta de línea temporal en la que desde el principio no sabes si estás viendo una película diurna o nocturna, hacen de esta película una joya que sin quererlo es divertida e imprescindible para cualquier amante del cine.

Absténgase gafapastas, modernos de tres al cuarto y seres anodinos que ya no saben que ver para llamar la atención de otros cinéfilos. El resto, disfruten.


En breve os hablaré de la pequeña saga de Zebraman, no apaguen sus televisores y cuiden sus rayos catódicos.



7 de mayo de 2011

Tokio Blues (Norwegian Wood)

Me hubiera encantado afirmar que por fin ha llegado a la gran pantalla una gran adaptación de una novela de Haruki Murakami pero decir semejante frase sería mentiros como una bellaca.

De hecho (y sin haber leído 1Q84) siempre he pensado que sólo querría ver en la gran pantalla After Dark y El Fin del Mundo y un Despiadado País de las Maravillas, así que esta adaptación no es que me hiciese precisamente ilusión (pero tenía cierta curiosidad en ver si alguien sería capaz de captar el Universo Murakami).

Para empezar, el triángulo de personajes principales no tienen ni la mitad del chispa que en el libro y sus actos y sus pensamientos (si no has leído la novela) no se acaban de justificar.
Oh, cuanto drama por milímetro cúbico en esas desdichadas almas torturadas de las que no entiendes su pesar (¿alguien dijo emo?, suma y sigue, que personajes más aburridos, mon dieu) pero eso no importa, pues veremos espectaculares parajes de la mano de una fotografía exquisita y cuidada (que no hace más que recordarnos el dolor y el vacío de los personajes, que en esencia, tal y como están expuestos en la película, lo único que buscan es una sesión de fornicio, sin más).

Por si la historia no fuera lo suficiente floja, es narrada de forma hiperlenta, por lo cual la película se eterniza y progresivamente destroza tus nervios.

Convencida estoy que caerá en el más profundo de los olvidos junto con su productor (que debe proseguir en su ardua tarea de darse cabezazos)

Hasta la próxima película.