Si os soy sincera, hasta la fecha no había llegado a mis manos un solo comic de tan célebre y clásico superhéroe, que lucha por la seguridad de Estados Unidos (y del mundo entero, por supuesto) y que no vacila en liarse a tortazos con nazis o con el villano que se precie.
U Ese A, 1942. Viendo la delicada situación que atraviesa el mundo, Steve Rogers (un canijo y menudo chaval de Brooklyn) intenta en repetidas ocasiones enrolarse como soldado para luchar en Europa contra los nazis, pero dadas sus pésimas condiciones físicas acaba siendo siempre rechazado.
En una de sus intentonas logra unirse a un programa experimental en el que voluntariamente accede a que le inyecten un suero, lo que producirá que se realcen y potencien sus habilidades, convirtiéndole en el supersoldado definitivo.
Sin duda entre las comercialeces y las palomitadas de verano está siendo la gran sorpresa, ya que este Capitán América es algo más que un tipo enfundado en un traje ajustado con un ego del tamaño de un campo de fútbol.
Steve es un chico bueno, honorable y que nunca ha tenido una oportunidad, algo que tendrá presente cuando se transforme, ya que si algo destaca en la película del personaje es su profunda humildad.
Meritorio es el gran trabajo de un Chris Evans que dota a este peculiar unisol de los 40 de humanidad y carisma, sin resultar excesivo o sobredimensionado.
Steve Rogers en fase Pre- Capi |
En cuanto al elenco de personajes que arropan la historia, todos cumplen su misión a la perfección; desde Hugo Weaving en la piel de Cráneo Rojo, líder de la terrible organización HYDRA, a la dulce Peggy Carter, pasando por Bucky Barnes o Los Comandos Aulladores, el grupo de militares que recluta Steve para acompañrle en sus correrías.
Cierto es que podrían haberle dado más cancha al coronel Chester Philips, un resurgido Tommy Lee Jones, pero todo no iban a ser violines y flores...
Si algo me ha gustado mucho (siendo consciente de qué tipo de producción es) ha sido ese halo más de aventuras que de superheróes que emana la película (creo no ser la única a la que le recuerda a las primeras películas de Indy Jones, homenajes incluídos) y la ligera capacidad de autoparodia (atención a los bailecitos broadwayeros y la boquita de piñón del Coronel Chester).
Se agredece, pues, no caer ni en un rollo calzones voladores ni en patriotismo engominado.
A favor también, los decorados y la escenografía a caballo entre lo clásico, lo retro y las gotas justas de dieselpunk.
En definitiva, Joe Johnston, director artístico de las dos primeras de Indy, así como de El Potaje de las Galaxias y padre de la adaptación cinematográfica de Rocketeer (con la que comparte ciertos paralelismos) domina este tipo de productos y nos ofrece una cinta con grandes dosis de entretenimiento, acción y diversión (Nota: Amantes del 3D, no es necesario que os dejéis las perrillas, avisados estáis).
Nos gustan los malotes con aires de shooter |
Hasta el próximo post, estimados wasabitas.
6 comentarios:
Parece una especie de Superman en pleno 1942.
Lástima que no lleve gafas y no pudiera volar jajaja
¡Saludos David!
No me imagino a este supersoldado volando, a pesar de los efectos del suero, jeje.
Un abrazo!!
Vaya, hace tiempo que no hablaban tan bien de una película basada en comic, en todos lados le dan una nota positiva pero no exagerada.
La voy a ver apenas pueda, buen post. Saludos. =)
MucipA: Sería robarle todo el encanto jajaj
Zosesbnv: Espero que te guste, yo tampoco soy muy dada a este tipo de películas comiqueras y sin ser la joya de la corona, está bastante bien.
Saludos!!
Me gusto mucho la película pero le "falto" algo. Desde luego la primera vez que vi el trailer ya enseguida me vino a la mente la película Rocketeer que por cierto me encanto esa película aunque Capitán América no consigue emocionarme como la otra.
Muy buen post un saludo.
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