¿Qué se puede esconder detrás de un grupo de hombres que consumen todo su tiempo libre jugando a clásicos arcade y compiten por ser el mejor del mundo (bueno, el concepto mundo es para ellos una liga americana...)? ¿Y detrás de aquellos que viven de récords históricos? ¿Qué sucede con los vencedores y con los vencidos? ¿No es en conjunto todo absurdo y descabellado?
Para comprender la historia, hay que saltar a 1982, año en el cual Life inmortalizó a los mejores jugadores de recreativas arcade (ya sabéis clásicos tipo Pac-Man, Defender y el protagonista de la historia que veremos, el rey por excelencia: Donkey Kong). Apoyado en la segunda máquina empezando por la derecha se encuentra Bill Mitchell, todo un hombre de negocios (un "imperio" de salsas en su haber) que en los veintipico años transcurridos, jamás ha visto peligrar sus increíbles puntuaciones (durante décadas El Rey salvando obstáculos, subiendo escaleras y saltando barriles...).
Hasta que aparece en órbita Stevie Wiebe, un profesor humilde, bonachón (y además toca el piano :P) que por avatares de la vida nunca ha sido bueno en nada (toc, toc, soy yo, tu amigo American Dream) y pretenderá de todas las maneras posibles arrebatar el récord al "simpático" de Mitchell (toda una muestra de "valores" y de un patriotismo exacerbado). La lucha encarnizada de David contra Goliat está servida.
Bill Mitchell con su salsa (y su corbata) |
Wiebe se pasará el día jugando a Donkey Kong logrando enormes puntuaciones y pelazo Mitchell usará las peores tretas para seguir en el podio. En la trinchera, Twin Galaxies, acólitos del poderoso melenas y autoproclamados como árbitros (durante el rodaje encabezados por el carismático fundador Walter Day, ahora ya retirado valga la redundancia, del juego) y creadores de un organismo regulador de puntuaciones mundiales.
Walter Day |
Todos somos Stevie Wiebe |
En la Wasabi Manor hace tiempo que somos talifanes del señor Wiebe, aunque no sea el mejor jugador de Donkey Kong y se le vaya un poquito la pelota, es un pequeño ejemplo de donde se puede llegar con perseverencia (y horas de quemarse las retinas).
En breve, reseñas desde la playa más cinéfila del mes en curso.
Puntuación: 7 wasabis viciados.
3 comentarios:
A los buenos días...
Yo hago mutis, porque la estoy trayendo del éter, había oído y leído cosas buenas sobre ella, y ahora me habéis dado el espaldarazo definitivo para verla.
Cuando llegue su momento caerá, como todas, ninguna se resiste...
Saludos
Roy
Dicen que hay de todo en la viña del señor y yo digo ¡vaya que si hay! LA verdad es que este tipo de historias entre surrealistas y frikis al final acaban gustándome.
Trataré de buscar este docu, claro que sí!!
Saludos
Buenas tardes o noches estimados caballeros Roy y deWitt: Como ya les "conozco", les recuerdo que el documental es muy ligerito y más surrealista (si cabe) de lo que pueda parecer ya de por si xD
¡Saludos!
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