Inspirada en la verídica historia del Caso Leopold-Loeb, en la que dos intachables estudiantes de la Universidad de Chicago asesinaron a un crío de catorce años por el mero placer de hacerlo, y adaptación de la obra de teatro del complejo dramaturgo Patrick Hamilton, La Soga es una película totalmente teatralizada, que se sigue considerando todo un clásico dentro del género y toda una obra maestra del cine.
Centrando la acción en la casa de los protagonistas, la película narra como los jóvenes Brandon Shaw y Philip Morgan estrangulan hasta la muerte a uno de sus compañeros de clase, David Kentley. Siguiendo su macabro plan, invitan ese mismo día a cenar a un amigo (antiguo novio de la prometida de David), al padre del muchacho asesinado y a su novia, así como a su profesor, Rupert Cadell, que para ellos es un referente por sus conocimientos de Filosofía y que, poco a poco, gracias a su tenacidad, irá desentramando los terribles hechos acontecidos.
Alfred Hitchock y James Stewart dieron el salto al color con La Soga (Rope, 1948), en la que llaman la atención dos cosas:
El sueldazo de Jimmy, que ascendió a la friolera de 300.000 dólares (se contaba con un presupuesto de un milloncejo y medio de pavos), y que Hitchock decidiera rodar la película en un falso plano secuencia de ochenta minutos de duración en un solo decorado, sistema que fue realmente novedoso.
Hay que tener en cuenta que para La Soga Hitchcock grabó solo doce planos, distribuidos en diez secuencias en las cuales los actores debían saberse de memoria su diálogo, su posición y la distribución del resto del elenco y del personal técnico. Para tan mílimetríca hazaña se tuvieron que hacer ensayos durante los diez días previos (algo inusual en aquella época en el cine), para finalmente ser filmada en tan solo dieciocho días.
Además de la complejidad de la película, hubo algo que no esperaban, y es que la férrea moral estadounidense le diera el espaldarazo a esta brillante producción por el hecho de que los protagonistas fueran una pareja de homosexuales (todavía seguían vigentes según qué normas y códigos de conducta como aquellas en las que se recomendaba que las escenas de cama estaban permitidas si uno de los dos permanecía incorporado y separado de su amante o pareja... heterosexual, claro está....).
Como remate final, se tuvieron que volver a rodar varias escenas. ¿El motivo? Pues que para el director (que decidió personalmente tanto el vestuario como la escenografía en tonos claros por miedo a sobresaturar la pantalla) algunas escenas le parecían una fiesta mexicana.
En fin, como espectadora he disfrutado muchíssimo con esos planos interminables, esas espaldas que cerraban las tomas, las conversaciones y las tretas de la pareja protagonista.
Además, suena Poulenc, al que Farley Granger (Philip Morgan) tuvo que tocar de memoria y sin apenas nociones de piano, aunque lo hizo muy bien.
Os dejo la pieza; espero que os guste.
Como remate final, se tuvieron que volver a rodar varias escenas. ¿El motivo? Pues que para el director (que decidió personalmente tanto el vestuario como la escenografía en tonos claros por miedo a sobresaturar la pantalla) algunas escenas le parecían una fiesta mexicana.
En fin, como espectadora he disfrutado muchíssimo con esos planos interminables, esas espaldas que cerraban las tomas, las conversaciones y las tretas de la pareja protagonista.
Además, suena Poulenc, al que Farley Granger (Philip Morgan) tuvo que tocar de memoria y sin apenas nociones de piano, aunque lo hizo muy bien.
Os dejo la pieza; espero que os guste.
19 comentarios:
No la he visto, me gusta Hitchcocks. De este invierno no pasa. UN BESOTE!!
Y rodada sin cortes, sólo los cambios de rollo donde la cámara acostumbraba a acercarse a algo hasta oscurecer y con el nuevo rollo se alejaba en el mismo punto. A Hitchcock le gustaba experimentar con el lenguaje visual, por algo estaba haciendo cine.
Salut
Jo, me han entrado muchas ganas de verla, porque... ¡una de James Stewart que no he visto! y además eso del falso plano secuencia de 80 minutos... No sé si lo he entendido bien: ¿utilizaba Hitchcock las espaldas para "pegar" las tomas y así dar la impresión de que no había corte? Supongo que acercaba la cámara a ellas y así la pantalla se oscurecía y era más fácil dar el "cambiazo"... Si puedes, contéstame ¿vale? Es que... ya te digo... eso lo tengo que ver...
Saludos
Acabo de leer el comentario de Sese, veo que él contesta a mi pregunta ahí (es curioso esto del tiempo, alguien contesta a una pregunta que otra persona hace después de ser contestada) :)
La maestría de Hitch queda claramente reflejada en que relamente parece un plano secuencia a tiempo real.
Desconocía el dato de los 18 días de rodaje.
Gran película del gran Hitch que siempre nos atrapa!
Un saludo.
Junto a Sospecha y Con la muerte en los talones, es la que mas deseo ver de este genio. Espero remediar ese asunto pronto, porque en realidad he oido muy buenas referencias de este film.
Saludos!
Sin duda alguna, una de mis favotitas de Hitchcock.
Al parecer, para conseguir rodar como Hitch quería hubo que dotar de ruedas a muchos de los muebles que salen en la película y que un grupo de técnicos se dedicaba a ir moviendo o sacando para poder rodar.
Em momentazo cena sobre un "ataud" es grande, muy grande!!
Bicossss
Acabo de descubrir este magnífico blog a partir de un comentario que has dejado en el mío.
Me ha dejado muy gratamente sorprendido todo lo que he leído hasta ahora. Me parece un blog fabuloso, original y muy entretenido. Te seguiré habitualmente.
Saludos!!
www.eldespotricadorcinefilo.com
A modo de curiosidad, quisiera añadir que en esta ocasión el maestro Hitchcock no falta en su cameo habitual. Y no una, sino dos veces (aunque yo solo lo he visto en su segunda aparición, quizá una de las más imaginativas).
A ver si saco ya el articulete que estoy preparando... (hype!)
¡Saludos a todos!
Roswell, será una interesante entrada!!
Creo que esas dos 'apariciones' en 'La soga' pueden dar para bastante debate (del bueno, por supuesto).
A la espera...
la vi hace un montón de años, y desde luego no recuerdo toda esa orfebrería fílmica. me gustaría un revisionado con ojos educados, sí.
Lecciones de cine con mayúsculas.
El maestro sabia cómo y cuándo cortar. Es un gusto revisistarle y seguir disfrutando y admirando sus peliculas. Ésta es de las que destacan por su formato teatral.
Y dan ganas de volver a verla ¡ una vez más !
Saludos :-)
Una de mis favoritas de Hitchcock, con ese baúl omnipresente de protagonista :) muy buena sí señor. Me recuerda que estaría bien volver a verla, bueno, mejor hacer un ciclo Hitchcock, que grande! Muy buen post. Un abrazo!
Lo primero gracias por tu comentario en mi blog y decirte que de Hicht, me gustan todas, pero LA SOGA Y VERTIGO de una manera especial, la cena sobre el ataud, no tiene desperdicio.
Un saludo cinéfilo.
Pues quiero verla...
Llegar y encontraros por aquí es de lo mejor que te puede pasar a estas horas de la noche!! Me alegro que queráis volver a verla, Hitch hacía obras de las cuales es imposible cansarse y que el tiempo para ellas pasa estupendamente bien :)
Susan lenox: Un placer leerte en tu blog (me ha hecho ilusión verte por aquí) y gracias por pasarte nos seguimos por estos lares ;) La tensión de si Jammes Stewart abría o no el baúl ¡¡¡Agh!!
Saludos a todosssssssss
La vi de adolescente, luego de leerte quiero volver a verla. Aquella vez recuerdo haberme quedado enganchado con la historia, hoy seguro que más.
Esta película la he visto muchísimas veces, es de mis favoritas. Qué gracia me ha hecho el nombre de tu blog, me ha sorprendido al entrar :)
Un beso!!
Bienvenida Cosuki, me alegra de que tu guste el nombre ^__^
La Soga es todo un clásico (que puedes ver mil veces) y en todas ellas te atrapa. Besos!
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