7 de enero de 2008

Stardust

Tristán en prueba de amor, atraviesa los muros de su ciudad en busca de una estrella que ha caído del cielo. La misma intención tienen los hijos del Rey y una bruja, estos últimos, con oscuras pretensiones...


Tenía muchas ganas de ver esta película (el comic de Neil Gaiman es precioso), y la idea de la estrella que sueña conocer el amor y se convierte en una humana me parece un argumento de lo más bonito (y cursi, vaaaleee) que he visto en mucho tiempo.

Es esta una película que bebe un poquito de clásicos ochenteros como Lady Halcón o La Princesa Prometida, actualizando estética y efectos especiales (ambos bastante acertados).
Ya era hora de desmarcarse de Potters, Narnias y meterse en otros subgéneros de la fantasía.

Se agradece el humor, las dosis de aventura, la evolución de los personajes, su humanidad y sus matices, aunque lo mejor es la soberbia (pero breve) actuación de Robert de Niro.
El contrapunto es Claire Danes, insoportable por regla general, aunque en esta película se la puede dejar pasar.

Lo bueno de la película es que, ya que se basa en una historia de Gaiman, quien guste de la fantasía clásica encontrará toques frescos y renovados (recordemos que este género estaba muerto desde finales de los 80), así como diálogos y personajes de este gran contador de historias. Sólo por eso vale la pena verla una tardecita cualquiera.



Rescatad al niño que hay en vosotros y dejad de cara a la pared vuestro alter ego durante una hora y media. Tan sólo disfrutad de tan poético cuento.

No hay comentarios: