Hobo with a Shotgun

Un solitario vagabundo que malvive buscando en la basura llega a Hope Town pretendiendo encontrar una segunda oportunidad, pero al ver toda la represión y la corrupción a la que es sometida esa ciudad decidirá tomarse la justicia por su mano y cambiar el rumbo del putrefacto sistema.

La película tuvo su origen como uno de tantos falsos trailers de aquella época en que Tarantino y Rodríguez quisieron, en un alarde de originalidad, resucitar/homenajear el grindhouse setentero.

Paródica y grotesca a partes iguales, ofrece grandes dosis de sangre y algún ligero momento de mal de gusto (al que le han dado más bombo del que tiene en realidad), pero no explota ni una milésima parte esa vis justiciera y enajenada del eternamente adorable Rutger Hauer (doy fe que sigue envejeciendo con mucha elegancia y humildad; a ver si este año se deja caer por estas tierras otra vez).

Al margen de ese detalle y de no haber ni un sólo actor o actriz de reparto que le haga sombra interpretativa, la cinta es puro (y llano) entretenimiento, que por otro lado es lo único que pretende ofrecer una producción de estas características.

Estimados wasabitas, si queréis disfrutar (o entreteneros) con sometidas prostitutas, mendigos asqueados y justicieros, y malotes en busca de víctimas mamporreras, no lo dudéis: esta es vuestra obra.

No creo que tarde en revisitar Carretera al Infierno (clasicón del holandés errante).