Un chico es apalizado por una compañera de clase (ya veréis qué culebrón durante la película), y aunque le dan por muerto realmente está coma, lo que hace que su espíritu se encuentre entre los vivos, concretamente con la chica que le infló a patadas.
Para volver a la vida no se le ocurre nada mejor que intentar ponerse en contacto con ella y convencerla de que lleve a su cuerpo al hospital.
No entiendo por qué decían que iba a ser La Nueva Donnie Darko (hay títulos que nunca se heredan, y este es uno de ellos), pero al margen de etiquetas, la película no está mal.
Le faltan algunas cositas (un elenco más convicente, por ejemplo) y le sobra metraje, pero es una buena propuesta para una tardecita tranquila en el sofá.
Un guión en otras manos y hubiera sido una película redonda.
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